El Chalet les Sorbiers es un chalet privado en muy buen estado, cómodo y de buen tamaño para 6 a 8 personas.
Tiene una veranda con una vista excepcional del jardín privado, Font Romeu y el Macizo del Carlit.
Situado en el corazón de la estación de Eyne 2600, en una tranquila zona residencial de montaña en todas las estaciones, es el lugar ideal para una estancia en familia o con amigos.
El Chalet Les Sorbiers es un punto de partida excepcional para hermosos paseos a pie y en bicicleta en verano, así como para practicar esquí, raquetas de nieve, esquí de fondo y senderismo en invierno.
Tanto si le gustan las actividades al aire libre como si prefiere relajarse, el Chalet Les Sorbiers hará las delicias de los suyos y le brindará momentos inolvidables
El Chalet les Sorbiers dispone de un jardín cerrado para disfrutar del aire libre con toda tranquilidad, sea cual sea la estación del año. Se accede a él por una escalera directa separada de la entrada principal.
Padres, amigos y niños podrán disfrutar del aire libre en total intimidad, haciendo una barbacoa en verano o en invierno, paseando a la sombra de los árboles en verano o haciendo un muñeco de nieve en invierno.
Los veranos son magníficos, los otoños flamígeros, las cumbres nevadas nos sumergen en la perspectiva del invierno, ¡mientras que las primaveras ofrecen fabulosos paisajes de suave verdor! Eyne es realmente una estación de montaña, a una altitud ideal de 1.750 metros, que resulta agradable en todas las estaciones.
El ambiente de la estación de Eyne es un tanto "quebequés", ya que el entorno boscoso y la calma son una delicia. La estación está formada por chalés individuales cuyos propietarios eligieron Eyne por su proximidad a la naturaleza, sin renunciar a las comodidades de un pueblo bien cuidado.
Los chalés disponen de parcelas arboladas por las que es agradable pasear. Las calles no están demasiado transitadas, por lo que se puede salir de los chalés y caminar hasta la estación para tomar un chocolate caliente o un crêpe con los aficionados al esquí en temporada (de 10 a 15 minutos a pie desde el chalé, 5 minutos en coche).
También puede salir del chalé y encontrarse rápidamente en un sendero en el corazón del bosque, donde podrá pasear por un mundo privilegiado tanto en verano como en invierno.
Por último, una visita al antiguo pueblo para comprar leche, queso, carne o miel a los productores es siempre una experiencia agradable, solo, en familia o con amigos.